Entre los años 50-60 este sistema reaparece en diversas elites –intelectuales y obreras– que se abren a las grandes corrientes mundiales: existencialismo, estructuralismo, nueva novela, progresismo católico, el marxismo. ¿Estuvo el antifranquismo aislado del mundo democrático? La disidencia española, embolsada entre mares bien vigilados y una frontera hostil (dictadura portuguesa) estuvo largo tiempo aislada. Pero poseyó dos pasillos privilegiados: Cataluña y Vasconia. En Euskadi nunca lo estuvo. ¿Estuvo unida la oposición en Euskadi? Fue un conglomerado disperso: la familia PCE/CCOO, algunos grupos católicos y los nacionalismos vascos, sindicales y políticos de distinta obediencia.