Este libro es una contribución de la Junta de Castilla y León a la conmemoración del ochocientos aniversario de la fundación de la Orden de Predicadores por Santo Domingo de Guzmán. Nacido en Caleruela (Burgos) hacia 1170, la trascendencia universal de la vida y obra del santo en el ámbito de la religiosidad católica y en el de las florecientes universidades europeas, así como el impulso al desarrollo de las bellas artes, hacían necesaria una llamada de atención y puesta al día de la importancia decisiva que la Orden de los Dominicos ha tenido y sigue teniendo no solo en el aspecto espiritual, sino en el mundo de la cultura y en el devenir de la propia historia occidental. No obstante, el desconocimiento de la figura del fundador, Domingo de Caleruela, y sobre todo de la trayectoria de la primera época de su vida, coincidente con su genuina formación castellana (Palencia, Osma…) urgían una actualización de su periplo vital hasta su mejor conocida revelación como figura renovadora de la Iglesia en el resto de Europa.
