La señora Donaldson es una viuda reciente, de cincuenta y cinco años, con una hija casada, puritana e insoportablemente convencional que pretende que su madre viva reverenciando la memoria de un difunto marido muy aburrido. Aburrimiento contra el que la señora Donaldson no se rebelaba, y ni siquiera cuestionaba, educada en la firme creencia de que ser y hacer lo que se espera de nosotros son los pilares de la cotidiana felicidad. O conformidadPero ahora su vida comienza a cambiar...En cuanto a La ignorancia de la señora Forbes, su hijo Graham va a casarse con una chica que lleva el muy vulgar nombre de Betty. Y aunque muy rica, es fea. La dominante y esnob señora no entiende el porqué de todo esto; los guapos siempre se han casado con guapas, y viceversa...Alan Bennett, con su mirada entre cándida y malévola, construye con estos dos relatos, tan indecentes como inteligentes, un conmovedor y muy divertido grotesco de la clase media.