Jan Assmann se pregunta, pues, por el marco de condiciones y modelos mentales e intelectuales, religiosos, culturales y políticos del Antiguo Egipto, cuyas huellas , mensajes y recuerdos nos han sido legados en las grandiosas manifestaciones artíticas de aquella cultura que constituyen el objeto de la historiografía y que nuestro autor describe e interpreta de manera precisa y muy enriquecedora.