La Tierra es un sistema complejo que el autor divide en seis mundos. Es decir, en realidad, existen, además del Primer Mundo "prepotente, solvente y consumista", otros cinco bastante depauperados, llenos de deudas y poco solventes. La cuestión es, ¿hay que exigir a estos otros mundos un decrecimiento feliz como ya debería haber hecho el Primer Mundo?