Aunque Cervantes está decidido a proseguir con la que considera su obra maestra: Los trabajos de Persiles y Sigismunda, sus amigos y familiares le reclaman que avance en la segunda parte del Quijote, la novela que le ha procurado éxito y dinero. Así arranca la novela. A lo largo de sus páginas, Cervantes se encontrará con la muchacha, ya madura, que le sugirió el personaje de la gitanilla; también con los pícaros Rinconete y Cortadillo, cuya vida y milagros utilizó en una de sus Novelas ejemplares; por ahí se deslizará un joven Calderón de la Barca Han Ryner permite que su protagonista reflexione sobre la batalla de Lepanto, el cautiverio en Argel, la aparición del ´falso´ Quijote de Avellaneda Además, la novela plantea una antigua pendencia entre Cervantes y el Padre Aliaga, inquisidor y confesor real, su naturaleza y resolución la encontrará el lector entre los acontecimientos de estas páginas. A los rostros que biógrafos y exégetas han impreso sobre Cervantes, Han Ryner añade el de un escritor próximo a lo libertario, enfrentado a las miserias de una sociedad indigna.