En el prólogo que abre ´El juego del hombre´, el profesor y antólogo Hiram Barrios afirma: «Si el aforismo es en esencia un género fronterizo, el que practica Neila se distingue por aventurarse a cruzar los límites que lo separan del poema, del ensayo o de la ficción breve». Y ahora es el lector el que, en última instancia, ha de cerrar el ciclo.