Ópera prima de Roberto Calasso, El loco impuro se centra en la figura de Daniel Paul Schreber, presidente de la Corte de Apelaciones de Dresde a finales del siglo XIX, que entre 1893 y 1902 estuvo recluido en diversos hospitales psiquiátricos, entre otros en el de Sonnenstein a cargo del entonces afamado profesor Fleschig. A partir de severas críticas a Fleschig o Freud y de reflexiones sobre la historia familiar y el delirio de Schreber, Calasso entreteje, por medio de la voz de Schreber, un certero examen de la sociedad moderna: "No puedo evitar sonreír cuando os veo a vosotros, hombres hechos fugazmente, moveros con la cabeza alta, descargados del peso de la burocracia divina. Vosotros no lo sabéis aún: el dios muerto pesa más! que el dios vivo, y más que el otro os devora".