Más allá de ser un excepcional ensayo histórico, esta obra se revela como una reflexión sobre los desafíos de la catástrofe que se avecina, una invitación a pensar, a centrarse en encontrar soluciones imaginativas y duraderas a las nuevas, profundas y ominosas alteraciones climatológicas. Como hicieron en el siglo XVI las mujeres y los hombres de Europa al verse sorprendidos por un brusco descenso de las temperaturas.