Una última palabra: ¿cómo, en definitiva, bautizar esta música? Personalmente estaríamos mucho más a favor de la adopción, desemplvada y redefinida a partir de sus fuentes, de la expresión música concreta. Primeramente porque nos une a un punto de parida histórica y conceptualmente fuerte. Y segundo, porque hemos podido constatar que es todavaía muy conocida en el mundo, aunque no se sepa bien lo que esconde, y en consecuendia no hay que darla a conocer partiendo de cero. Muchos de nuestros colegas objetan que en Francia, música concreta se ha convertido en sinónimo de antiguallal lpasada de moda, o demasiado asociada a una idea de fuentes acústicas.