Ama su trabajo, pero de él proviene su problema. Ciertos episodios de la infancia se enredan en su mente en el momento en que se dispone a iniciar una relación de pareja con Marta, precisamente cuando la memoria de su madre, la única persona que podría haberlos decodificado con facilidad, comienza a vaciarse en el vertiginoso abismo de un rápido deterioro. El hijo habla a su madre plenamente consciente de que no puede esperar respuesta alguna: ´¿Por qué se enfadaba papá contigo, qué escondían vuestras desavenencias? Y no quisiera seguir por ese camino, pero yo no entendía bien vuestro código y me sentía perdido. Tenía que comprender lo que veía, debía traducirlo con arreglo a mi código infantil´.