Bruselas, primavera de 1958. Bajo el plateado resplandor de las icónicas bolas del Atomium se inaugura la Exposición Universal. El rancio comité británico sobrelleva como puede las inevitables concesiones a la modernidad. Esta obra es mucho más que una ingeniosa comedia. Es una novela con múltiples niveles de lectura y una mirada reflexiva y meticulosamente documentada sobre la identidad europea y británica.