En "Gente que no quiere viajar a Marte" -libro con el que Jorge Riechmann completa su "trilogía de la autocontención", iniciada con la publicación de "Un mundo vulnerable" en esta misma editorial- se argumenta que uno no puede ser un productivista consecuente si no está dispuesto a tratar la Tierra como un planeta desechable, para emprender a continuación la fuga al cosmos. Y que esta tentación de fuga se inscribe en un movimiento "antropófugo" más amplio y complejo, un movimiento de huida de la condición humana que debemos tomar muy en serio, y contra el que hemos de resistir.