Un autor: una serpiente del desierto. Un libro es su tarima y su cadalso: un libro que es muchos, aun bajo desesperada vigilancia.
Una palabra empuja otra
o la suplanta
el sol sale,
es otro día.
Esta semejanza nos alivia el dolor, nos permite simular que conocemos a nuestros hijos, nos evita comenzar desde cero con cada paso.
Perder el origen es condición hacia el futuro, es decir: supervivencia.