Estos son los recuerdos sevillanos del autor, su historia personal de Sevilla, que estudió interno en un colegio la segunda mitad del antiguo bachillerato, entre 1951 y 1954, y luego estuvo en la Facultad de Ciencias Químicas en el curso 1957-58. Estos son los testimonios de la adolescencia con sus ritos de paso a la juventud y la presencia de aquella ciudad, donde para él toda plaza era patio y todo patio plaza. Traídos sin orden, pero sí con el concierto de una larga conversación rememorativa consigo mismo.