HUMO (PREMIO SGAE DE TEATRO 2005)

Drama de nuestra época: ¿Qué dice de nosotros nuestro aspecto, nuestra fachada? ¿Qué desgarros, pérdidas y vacíos se esconden tras el brillo de la identidad social? Sea cual sea nuestra realidad, vivimos cara al exterior para satisfacer las demandas de una sociedad que sólo respeta a quien logra el éxito. ¿Cómo llegar a la plenitud cuando la respuesta no está en uno mismo, sino en lo que los demás piensen? Afirma en el prólogo el psiquiatra Manuel Trujillo: Rubio ha encontrado, en sus personajes Jack Rolling y Susan Mahonegy, paradigmas contemporáneos de dilemas que la humanidad ha afrontado durante siglos. Rolling nos pone ante el espejo de nuestra doble vida: su fachada exterior enérgica, rotunda, desbordante de confianza y de carisma, esconde desgarradoras dudas y una vida interior nublada de cansancio y de vacío. Ambas identidades alternan en los personajes en ciclos que parecerían ser infinitos de no ser por el -débil pero inequívoco- deseo de Jack de abrir algún camino a la verdad (…) Jack logra inicialmente todas las recompensas que nuestra sociedad ofrece a los que triunfan: dinero, poder, halagos, fama. Tal identidad se tambalea cuando cae el telón del primer acto. Humo está dividida en tres terapias, que nos muestran los desencuentros que pusieron fin a su primer matrimonio, la huida del hijo que no se siente querido, el deseo de recomenzar sobre las bases del éxito profesional y la desesperación personal. Jack y Susan volverán a proyectar imágenes de triunfo y de d