JAN HENDRIX. DIARIO DE FATIGAS

Que el registro del viaje no es el viaje en sí parece una evidencia.[...]lo que el artista nos presenta es siempre una elaboración posterior y por lo tanto una ficción, no se trataría ni siquiera de un registro de primera mano (notas, apuntes, bitácoras de viaje). Al contrario, nos enfrentamos a una abstracción, a la síntesis de un conjunto de experiencias que en efecto tienen su origen en el desplazamiento del artista, pero que difícilmente pueden entenderse simplemente como el producto de un dibujante, un artista-nómada o un científico en expedición. Las formas que toman los viajes de Hendrix, generalmente estancias largas que son más bien momentos de sedentarismo periódicos, determinan en gran medida la forma en que nos es presentado este registro del mundo. No estamos pues frente al snapshot apresurado del turista de paso, pero tampoco frente a la obra de un paisajista de estudio. Esta ambigüedad con respecto a lo que Hendrix no es nos obliga a reconocer en toda la obra el elemento fundamental de la ausencia. Todas las imágenes que aqui nos ofrece tienen como condición el hecho de que ni él ni nosotros nos encontremos ahí. Ésta es precisamente la mirada distanciada que propone el mapa, es la mirada de la posibilidad.[...]. ISSA BENÍTEZ.