John Lennon: el fin de semana perdido es el relato definitivo de uno de los capítulos más fascinantes y desconocidos en la biografía del músico. La separación de John y Yoko, en septiembre de 1973, dio inicio a la etapa más creativa de Lennon al margen de The Beatles. Durante los dieciocho meses que estuvieron separados, registró y publicó dos álbumes, produjo temas para Harry Nilsson o Mick Jagger, y sus colaboraciones con Elton John o David Bowie llegaron al número uno de las listas. Aquellos meses, bautizados por el propio Lennon como el fin de semana perdido en alusión a la película de Billy Wilder, no solo fueron los más productivos y exitosos de su carrera en solitario, sino que en el plano personal, recuperó la relación con su hijo Julian o su viejo amigo Paul McCartney.