Ayudar a una persona a descubrir los mejor de sí, a potenciar sus aptitudes y estimularla para que piense y actúe libremente, orientando su vida en beneficio propio y de los demás, es educar con inteligenmcia. No lo es, sin embargo, responder bajo los efectos de la ira, descalificar, etiquetar o ignorar sus sentimientos. Este libro, quizá el más práctico de todos los del autor, explica cuáles son las estrategias para, con independenmcia de la edad y las circunstancias, afrontar cualquier problema y regir nuestro destino con sentido común.