En esta obra se narran las andanzas del propio Mateo, un hombre adulto de Barcelona que, con 54 años, ve como su vida sufre algunos cambios importantes. Principalmente y en muy poco tiempo, dos: por un lado, perderá su viejo trabajo de corrector de textos en una editorial, y por otro, se romperá su matrimonio. Una relación agotada. A su edad, en la que la jubilación ya no se ve tan lejos, perder empleo y familia no es poca cosa. Pero Marco tiene unas ideas, diríamos que metafísicas, que le permiten afrontar golpes como estos sin apenas inmutarse. En efecto, Mateo es un convencido de lo que él mismo llama teoría de la no existencia. Es una teoría ciertamente fácil de explicar. Según ésta nada existe. Todo es virtual, ilusión, fantasía. Es una línea filosófica muy útil ante las volatilidades de la vida y que él ha llevado a la práctica hasta las últimas consecuencias.
