En La maldad política, qué es y cómo combatirla, el autor examina casos de genocidio, terrorismo, limpieza étnica y tortura, en escenarios tan diversos como Oriente Medio, Darfur, Ruanda, los Balcanes, Irak o Irán, y analiza las contradictorias respuestas que la comunidad internacional ha dado para su resolución. Michael Ignatieff ha sabido sintetizar a la perfección las enseñanzas de Wolfe: «La precisión moral es una precondición para la precisión política. Nada se gana, y mucho se pierde si, tratando de movilizar a la opinión pública para detener una masacre, la llamamos genocidio. La magnitud del ultraje se degrada. La próxima vez, cuando digamos que viene el lobo, nadie nos creerá».