¿Estamos recibiendo los españoles información engañosa e interesada sobre las corridas de toros? ¿Por qué se mantiene esta tradición sangrienta si los ciudadanos son sensibles al sufrimiento de los animales? ¿Está justificado el enorme desvío de fondos públicos a la industria taurina si las encuestas demuestran que los toros no interesan a los ciudadanos? Fernando Álvarez nos ofrece un trabajo serio y documentado sobre lo que esconde el negocio de la Tauromaquia y desmiente con argumentos la tan manida frase de: "los toros no sufren".