Carlos Vara analiza con detalle tanto la composición de las fuerzas contendientes (navarros, castellanos, catalanoaragoneses, órdenes militares, etc.) como la organización de la cruzada y los antecedentes de la misma, pero allí donde se convierte en una auténtica revelación es en el modo de recrear la batalla, sirviéndose para ello, por un lado, de un perfecto conocimiento de la organización, las tácticas militares, las armas y el pensamiento militar de los dos bandos enfrentados, y por otro el espectacular trabajo de campo, analizando hasta el más mínimo detalle de la topografía del lugar en que se produjo realmente la batalla en 1212.