Las capacidades de Internet en el ámbito de la educación son ampliamente conocidas, permiten acercar la información y contenidos a los ciudadanos. En el caso de los MOOC (Massive Open Online Courses) llegan incluso a superar en ocasiones los 100.000 inscritos. No obstante, los cursos suelen ser una réplica de sus homólogos en formato presencial, por ello es necesario llevar a cabo mejoras ofreciendo una formación personalizada, el contacto entre profesores y alumnos, buscar formas de evaluación adecuadas, medir la asistencia, avalar el grado. Las nuevas tecnologías pueden ofrecer soluciones.