El volumen y la importancia de los colectivos migrantes que coadyuvan a conformar nuestro entorno y nuestra vida cotidiana, así como el desconocimiento de sus culturas nos plantean la necesidad de acercarnos a ellas para conocerlas mejor, tratando de colaborar, de este modo, a una adecuada integración de los y las inmigrantes y a una convivencia armoniosa entre las sociedades receptoras y los grupos recién llegados. Resulta especialmente interesante estudiar las variaciones en la construcción de género que dicho proceso migratorio implica por cuanto somete a las mujeres emigrantes a un elevado grado de vulnerabilidad por pertenecer a culturas diferentes de las de la sociedad de acogida. Tal es la pretensión de este trabajo.
