PERDER EL TIEMPO

Estamos hechos de tiempo. Somos pura sucesión de horas, minutos, segundos. Tenemos los días contados sin que podamos saber hasta donde ha de llegar la cuenta y cada cual se enfrenta a esa realidad, a esa limitación, como mejor entiende o como buenamente puede, unas aprovechando cada instante hasta el extremo mientras otros malgastan el tiempo sin reparo, lo desperdician en grandes o pequeñas empresas que, en el fondo, ni les van ni les vienen, se quedan anclados en un lugar de la infancia o se hunden en la crisis de los cincuenta. Estas son algunas de las situaciones que viven los protagonistas de este libro, que habla también de la amistad, el despertar al mundo o la búsqueda de nuevos, dudosos horizontes en seis relatos que son, también, seis pequeñas excusas literarias para –según se mire- ganar o Perder el tiempo