Sitúa Handke la obra en un peculiar y simbólico ´enclave´, ´el único sitio donde no hay casi nada, el único sitio aún vacío´, que no tiene ´ni leyendas, ni historia, ni grandes hombres
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información