El orbe ficcional de Reina Amelia se rige por sus propias leyes. Existe allí una organización política heterodoxa, una industria primitiva que fabrica hongos (comestibles, orgiásticos y alucinógenos), un orden sexual que mezcla edades y reinos diversos, y un sistema penal donde una niña hipersexuada termina en la cruz. ¡Vencerán las flores!. Esta frase, como una especie de disparatada consigna política condensa, con la brevedad y la eficacia características del slogan, las líneas de fuga del deseo que convergen en la máquina literaria de Marosa di Giorgio y, en particular, en Reina Amelia. (Ana Llurb).