La sexualidad parece estar vedada a las personas con discapacidad intelectual. Y es que esta cuestión nos incomoda y no encontramos nunca el momento de abordarla. Pero esta situación no tiene sentido. Es hora de romper este injustificable silencio.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información