PÉREZ RODRÍGUEZ, MARÍA / GONZÁLEZ, JOSÉ RAMÓN
La sensación al tomar la primera bocanada de aire en la antigua Anatolia, es la de un territorio detenido en la historia, costumbrista y tradicionalista, envuelto en la opacidad del yihab y de la legendaria hospitalidad turca, rodeado de paisajes naturales esculpidos por el tiempo, que no permiten pestañear por miedo a perder un instante inolvidable. El contraste lo refleja la Constantinopla de los antiguos: puerta entre dos continentes, imagen de modernidad y bullicio, de tranquilidad y de fe, mosaico de olores y sabores, cambiante y sorprendente a cada paso, que incita en esta vida o en la otra a volver… Entre uno y otro, mares de tiempo que no han logrado teñir con sangre las sombras de la cruz o la media luna, y que aún hoy constituyen la frontera —no siempre perfectamente distinguible— entre dos culturas que conviven mucho mejor de lo que admiten.