Quizás nos asusta lo que no conocemos: aromas que no habíamos percibido antes, sabores eóticos, otras formas de vestir o de saludarse, otras creencias, una lengua que no entendemos... Es el miedo a lo que nos es desconocido, un miedo que podemos sentir tanto los recién llegados -los inmigrantes- como los que formamos la sociedad de acogida.
Estas bonitas historias contadas en ambos idiomas tienen como fin el acercamiento.