Es sorprendente constatar que multitud de pueblos prehistóricos han practicado la trepanación y que algunos pueblos primitivos de África aún la practican. Hoy sabemos que multitud de pueblos de todo el orbe han trepanado y en todos los períodos desde el Neolítico. Está demostrado que se podía trepanar con sus escasos medios, pero las discusiones más importantes provienen al intentar valorar qué conocimientos tenían y cuáles fueron los motivos que les indujeron a esta práctica. Estudiar en profundidad estas incógnitas, con especial referencia a la Península Ibérica, relacionándolas con las del resto del mundo y con un criterio objetivo, ha sido la finalidad de este libro.