Emilio González Ferrín plantea un recorrido por el complejo entramado social de al-Ándalus, tiempo ilustrado en el que Oriente se instaló en Occidente, enriqueciéndolo con una nueva visión del mundo, de la mano de sus personajes más relevantes. Reconsidera el Islam del pasado como la continuación natural del mundo clásico, sin olvidar su evolución ni la degeneración, tristemente actual, de sus facciones más radicales.