¿Está nuestra civilización judeocristiana en decadencia? Y si es así ¿qué ha fallado en nuestra cultura para llegar a esta situación? Durante los últimos cien años, desde la batalla de Verdún (1916) en la primera guerra mundial hasta la guerra en Siria, pasando por la de Vietnam, la de los Balcanes y tantas otras, sin olvidarnos de las continuas hambrunas de África y las desigualdades de América Latina, ¿supieron los cristianos testimoniar su adhesión al Evangelio y apostó su cultura por el hombre y su destino? En este ensayo se intenta dilucidar esta cuestión discutiendo al mismo tiempo la crítica cultural y religiosa de Ferdinand Ebner, a principios del siglo XX. Se responde a la vez a la pregunta sobre la vigencia de su pensamiento. La cultura era entendida como un sueño con el espíritu del yo en soledad del que había que despertar a la verdadera vida en relación. Frecuentemente estaba al servicio del dinero y de los dueños de este mundo . Pero la cultura tenía también para Ebner un carácter comunicativo y dialógico. La crítica que llevó a cabo Ebner sirve al autor de referente para detectar hoy en muchas manifestaciones culturales y religiosas una ausencia de humanidad y de Evangelio que hace necesario un cambio en la sociedad civil y en la Iglesia.
