La valoración de una obra poética es siempre, en un primer y último análisis, la que hace el lector. Ningún estudio crítico, por más minucioso, profundo, laudatorio o devastador que sea, puede sustituir, en el alma de quien lee, el sentimiento y la emoción que, en la primera lectura, el poema le provoca, como si fuese la mirada de los hombres de Cortés sobre el Pacífico, desde las cumbres de Darién. Por eso, el estudio que la precede estaría incompleto si no se permitiese a quien ha llegado hasta esta página tener, por sí mismo, una visión de la poesía de Vargas a través de su materia más pura: los poemas. La antología que sigue, limitada necesariamente, dada la dimensión de la obra de Rafael Vargas, pretende ser una suma del recorrido literario de este poeta, que deje al lector una visión propia sobre la poesía que él, durante décadas, ha escrito; y que le permita en ella identificar la evolución de su obra.